Hoy, hablar de big data e inteligencia artificial es obligatorio, más cuando el consumidor se encuentra en la migración de lo tradicional a lo digital y su experiencia con las marcas es diferente. La obligación de las empresas es evolucionar para no perder contacto con el consumidor; así como entender sus nuevos hábitos y preferencias. Para hacerlo el big data y la inteligencia artificial resultan aliados increíbles.
La velocidad con la que los tomadores de decisiones entiendan este cambio e implementen la tecnología en los procesos estratégicos de marketing, tendrá como consecuencia un abanico de posibilidades para dirigir mensajes efectivos al consumidor. A continuación te presentamos ejemplos de big data e inteligencia artificial aplicados a marketing, ¿cuántos de estos ya estás implementando?
Uno de los usos del big data en el marketing, es su implementación con bases de datos existentes para obtener inteligencia clave de los mercados. Una encuesta de la consultora Warc a finales del 2017, reveló que 6 de cada 10 agencias de marketing aplicarían Big Data para 2018 y el 55% de las marcas mostró el mismo interés.
El big data en conjunto con la inteligencia artificial permiten el análisis de los datos para acelerar la obtención de información y definir los cuatro escenarios posibles para la toma de decisiones: prescriptivo, predictivo, diagnóstico y descriptivo.
El análisis de bases de datos ya existentes permite crear modelos y algoritmos, que es la fase en la que aparece la inteligencia artificial “aprendiendo” acciones y reacciones para clasificar la información nueva que se ingresa al sistema de datos. En el marketing, uno de los ejemplos más claros es el uso de herramientas como Hubspot en las cuáles a través del comportamiento de los receptores de campañas de mail, se pueden determinar tipos de contenido para envíos futuros según los intereses demostrados por el lector.
Neuro-investigación e investigación sensorial
Las investigaciones derivadas de la neurociencia e investigación sensorial permiten conocer cuáles son los estímulos que desencadenan determinadas reacciones en las personas, así como sus emociones. Con ayuda de la inteligencia artificial es posible procesar esa información y llevarla a herramientas, por ejemplo, de social media, con las que se es posible diferenciar entre un comentario positivo y otro negativo de un usuario.
Otro ejemplo son los conceptos publicitarios que son testeados en estudios de mercado con face recognition; de este modo es posible saber que emociones se generan en el target después de ver un anuncio sin necesidad de que lo exprese con palabras. La principal ventaja es que se reduce la posibilidad de recibir respuestas falsas por parte de un encuestado.
Esta modalidad de publicidad toma su fuente de datos del big data que hace una recopilación del rastro que dejamos los usuarios de internet. Realizar un análisis de esa información facilita el conocimiento del cliente digital: gustos, preferencias, horarios de compra, marcas favoritas, etc.; sin embargo, las APIs han avanzado tanto, que ahora es posible rastrear aquellas compras que se realizan offline, pero que iniciaron online. Facebook cuenta con este beneficio para los anunciantes, quienes ya pueden generar audiencias para enviar su publicidad.
En este mismo rubro podemos hablar de la publicidad A/B. Con el uso de inteligencia artificial, es posible mostrar a un grupo determinado del target alguno de los dos conceptos de publicidad a validar, guiándose por los gustos y selecciones pasadas del grupo objetivo.Como puedes ver, el big data y la inteligencia artificial se encuentran vinculadas al marketing de muchas formas. Si todavía no integras estas nuevas tecnologías a tus estrategias, no pierdas más tiempo, recuerda que tu consumidor evoluciona rápidamente y tú no puedes quedarte atrás.
Para saber más, quizá te interese descargar el E-book "El impacto de la inteligencia artificial en el emprendimiento".
Nos leemos pronto y no te olvides de compartir.
Fuente: Atlantia Search, 2018.